Basándonos en el artículo anterior, estuve investigando en portales de internet, sobre las distintas maneras en las que nosotros podemos contribuir en la disminución de desperdicio alimentario.
Muchos de los siguientes puntos, son básico, sin embargo mucha gente no lo hace, por ello debemos de ponerlos en práctica generación por generación.
Use el refrigerador
§ Cuando cocine una comida que es lo suficientemente grande como para tener sobras, congélelas de inmediato. La comida tendrá mejor sabor, y usted evitara la monotonía en su alimentación.
§ Al congelar las salsas o las sopas en bolsas de plástico para congelar, sacar la mayor cantidad de aire posible antes de sellar la bolsa. Apilarlos de forma plana para que no se ocupan mucho espacio en su congelador.
§ Vino sobrante se puede congelar en bandejas de cubos de hielo, y luego agregar a los platos de carne a fuego lento o salsa de espaguetis.
Guardar las cosas más pequeñas
§ Una pequeña porción de comida sobrante podría no ser suficiente para una comida, pero podría hacer una buena merienda. Verifica en el refrigerador por porciones pequeñas antes de sacar una bolsa de papitas.
§ Cortezas de los quesos duros como el parmesano se puede congelar y luego agregar a las sopas para un sabor más rico.
§ Cuando su pequeño se escape sin terminar su vaso de leche, no lo vierta por el fregadero. Guárdelo de nuevo en la nevera para la próxima vez que quiera algo de beber. Se puede aplicar a cualquier bebida.
La prevención es mejor
§ Sepa lo que hay en el congelador o refrigerador. Mantenga los alimentos en el congelador etiquetados, y revisar el inventario cada par de días, o por lo menos antes de ir al supermercado.
§ Empaquete los alimentos adecuadamente. No entre algo en la nevera descubierto, o dejar algo descubierto en el mostrador. Envuélvalo o coloque un plato sobre el plato de comida para cubrirlo.
§ Sea realista sobre lo que su familia va a comer, y tenerlo en cuenta antes de abastecerse de una buena venta en la tienda de comestibles.
§ Revisar constantemente las bolsas grandes de papas, cebollas, manzanas. Para evitar que se pudran los alimentos.
¿Qué hacer con los restos de frutas o verduras que te quedan en casa?
Vegetales
Los vegetales muchas veces se venden en cantidades que no quieres o puedes consumir en su totalidad antes de que empiecen a pudrirse. Aquí algunos consejos para aprovechar lo más posible:
- Restos y puntas de vegetales como cebollas, pimientos, zanahorias, apio se pueden poner a hervir con agua para tener un caldo vegetal que sirve para cocinar platos o hacer sopa. Este caldo también puede ser congelado.
- La cebolla y el pimiento picados pueden congelarse sin que pierdan su sabor, esto también funciona para la mayor parte de verduras como maíz, zanahoria, brócoli, coliflor, espinaca, etc. Pueden que cambien de color pero el sabor se conserva.
- Los tomates que sobran y antes que se pasen salen deliciosos secados al horno y mezclados con aceite de oliva.
- El vinagre es la mejor forma de conservar no sólo los pepinillos sino cualquier tipo de vegetal.
- Las puntas del apio también tienen sabor y pueden usarse para hacer guisos.
Frutas
- Un jugo con frutas antes que se pongan mal sirve para aprovechar plátanos, fresas, melón.
- Con la mayor parte de las frutas se puede hacer mermelada de forma muy sencilla y dura más tiempo que lo que hubieran durado las frutas.
- Una ensalada de frutas, es perfecta para usar todas aquellas que están a punto de pasarse, además resultan más apetitosas que la fruta entera.
Pan
- El pan fresco congelado queda perfecto días después de unos minutos en el tostador.
- Las sobras de pan secas pueden ser fantásticas fritas en forma de crutones para acompañar las saladas
- Pan seco molido en la máquina del café sale muy bien para hacer apanados o para espesar las salsas.
Carnes
La carne cruda puede ser peligrosa al cabo de pocas horas, y cocida tampoco se puede guardar durante mucho tiempo.
- Toda la carne que no se vaya a usar en el lapso de un día tiene que ser congelada. Separadas las diferentes piezas con plástico o bolsas para evitar que se solidifiquen juntas.
- Huesos de pollo, cerdo o vaca hervidos hacen un excelente caldo que puede ser congelado.
- Restos de pollo cocinado pueden usarse para ensaladas o sándwiches.
- Los restos cocinados de carne le dan mucho sabor a la sopa del día siguiente.
Lácteos y huevos
- Tipos diferentes de quesos pueden ser congelados y agregarlos más tardes para cremas o distintos platillos.
- También el huevo se puede congelar, para esto hay que batirlo y guardarlo en un recipiente con tapa.
Especias frescas
Las especias se las venden en cantidad y normalmente se las termina botando después de un par de usos.
- Se pueden colocar las especies cortadas dentro una cubitera, añadir un poco de agua y congelarlas. Cuando se las necesita en la cocina solo se añade un cubito a la preparación.
- Se pueden secar las hierbas colgándolas en un lugar oscuro y seco.
Líquidos
- Café y te que sobren pueden convertirse en cubitos de hielo para enfriar las bebidas sin diluirlas.
- Los restos de vino pueden servir para hacer cocinar.
- Restos de miel en el envase pueden limpiarse con un poco de limón y añadirse el resultado para el té.
Fuentes: