viernes, 11 de agosto de 2017

ARROZ DE COLIFLOR


Ingredientes
·         ½ pieza de coliflor blanca o 2 tazas de coliflor hecha arroz
·         2 cucharada de aceite de coco, oliva
·         1 tallo de apio
·         1 ajo
·         Sal y pimienta negra al gusto

Preparación:

Una vez que tengas toda la coliflor rallada calienta el aceite de coco o de oliva en un sartén, agrega la coliflor, ¼ cebolla picada, 1 ajo picado, 1 tallo de apio picado y cocina a fuego medio durante 2 minutos mezclando de vez en cuando. Baja el fuego, tapa y cocina durante 8 minutos.  Sazona al gusto con sal y pimienta.

HAMBURGUESAS DE ATÚN



Ingredientes:

-          3 latas o 5 sobres de atún sin agua
-          1 tallo de apio picado finamente
-          ¼ de cebolla o 2 cebollines
-          1 serrano
-          3 cucharadas de pan mólido
-          3 cucharitas de paprika
-          2 huevos enteros
-          1 cucharada de mayonesa
-          Sal y pimienta


Preparación: Porciones 6
1.    Mezclar en un bowl los ingredientes
2.    Enfriar mezcla por 1 hora en refrigerador
3.    Armar hamburguesas de atún
4.    Colocar en comal y agregar PAM previamente

5.    Durante 5 minutos dejar asar y voltear la tortita de atún otros 5 minutos.

FIDEO SECO CON QUESO



Ingredientes – Porciones 4
-       3 dientes de ajo
-       ¼   cebolla
-       2 cucharadas de aceite
-       1 cucharada de knor suiza
-       ½  sobre de puré de tomate
-       1 paquete de fideo corto
-       2 chiles chipotle seco
-       1 aguacate grande
-       120 gr de queso fresco



Preparación:
1.    Colocar en sartén grande 2 cucharadas de aceite y freír el ajo con cebolla y fideos, hasta que cambie de color.
2.    Posteriormente agregar agua hasta tapar la pasta y dejar hervir hasta coser el fideo. Agregar el knor suiza.
3.    Una vez cosida la pasta agregar puré de tomate y tiras de chipotle seco y revolver.
4.    Servir en plato, agregando cubos pequeños de queso, aguacate y tiras de chipotle.


SOPA DE TORTILLA




Ingredientes – Porciones 4

-       3 dientes de ajo
-       ½  cebolla
-       5 Tomates saladette
-       4 tortillas de maíz
-       1 pechuga de pollo grande
-       1 aguacate grande
-       120 gr de queso fresco
-       2 chiles pasilla

Preparación:

1.    Asar en comal tomates, ajo, cebolla y pechuga
2.    Agregar a la licuadora: tomate, ajo, cebolla y pechuga asados y licuar.
3.    Llevar a estufa la olla con la mezcla y calentar hasta hervir, agregar sal, pimienta y chiles pasilla en tiras.
4.    Cortar en tiras las 4 tortillas y llevar al comal hasta que tuesten
5.    Cortar queso y aguacate en cubos pequeños para agregarlos a la hora de montar el plato.



viernes, 3 de junio de 2011

Tips para no desperdiciar comida



Basándonos en el artículo anterior, estuve investigando en portales de internet, sobre las distintas maneras en las que nosotros podemos contribuir en la disminución de desperdicio alimentario.
Muchos de los siguientes puntos, son básico, sin embargo mucha gente no lo hace, por ello debemos de ponerlos en práctica generación por generación.

Use el refrigerador

§  Cuando cocine una comida que es lo suficientemente grande como para tener sobras, congélelas de inmediato. La comida tendrá mejor sabor, y usted evitara la monotonía en su alimentación.
§  Al congelar las salsas o las sopas en bolsas de plástico para congelar, sacar la mayor cantidad de aire posible antes de sellar la bolsa. Apilarlos de forma plana para que no se ocupan mucho espacio en su congelador.
§  Vino sobrante se puede congelar en bandejas de cubos de hielo, y luego agregar a los platos de carne a fuego lento o salsa de espaguetis.

Guardar las cosas más pequeñas
§  Una pequeña porción de comida sobrante podría no ser suficiente para una comida, pero podría hacer una buena merienda. Verifica en el refrigerador por porciones pequeñas antes de sacar una bolsa de papitas.
§  Cortezas de los quesos duros como el parmesano se puede congelar y luego agregar a las sopas para un sabor más rico.
§  Cuando su pequeño se escape sin terminar su vaso de leche, no lo vierta por el fregadero. Guárdelo de nuevo en la nevera para la próxima vez que quiera algo de beber. Se puede aplicar a cualquier bebida.
La prevención es mejor
§  Sepa lo que hay en el congelador o refrigerador. Mantenga los alimentos en el congelador etiquetados, y revisar el inventario cada par de días, o por lo menos antes de ir al supermercado.
§  Empaquete los alimentos adecuadamente. No entre algo en la nevera descubierto, o dejar algo descubierto en el mostrador. Envuélvalo o coloque un plato sobre el plato de comida para cubrirlo.
§  Sea realista sobre lo que su familia va a comer, y tenerlo en cuenta antes de abastecerse de una buena venta en la tienda de comestibles.
§  Revisar constantemente las  bolsas grandes de papas, cebollas, manzanas. Para evitar que se pudran los alimentos.

¿Qué hacer con los restos de frutas o verduras que te quedan en casa?

 

Vegetales

Los vegetales muchas veces se venden en cantidades que no quieres o puedes consumir en su totalidad antes de que empiecen a pudrirse. Aquí algunos consejos para aprovechar lo más posible:
  • Restos y puntas de vegetales como cebollas, pimientos, zanahorias, apio se pueden poner a hervir con agua para tener un caldo vegetal que sirve para cocinar platos o hacer sopa. Este caldo también puede ser congelado.
  • La cebolla y el pimiento picados pueden congelarse sin que pierdan su sabor, esto también funciona para la mayor parte de verduras como maíz, zanahoria, brócoli, coliflor, espinaca, etc. Pueden que cambien de color pero el sabor se conserva.
  • Los tomates que sobran y antes que se pasen salen deliciosos secados al horno y mezclados con aceite de oliva.
  • El vinagre es la mejor forma de conservar no sólo los pepinillos sino cualquier tipo de vegetal.
  • Las puntas del apio también tienen sabor y pueden usarse para hacer guisos.

Frutas

  • Un jugo con frutas antes que se pongan mal sirve para aprovechar plátanos, fresas, melón.
  • Con la mayor parte de las frutas se puede hacer mermelada de forma muy sencilla y dura más tiempo que lo que hubieran durado las frutas.
  • Una ensalada de frutas, es perfecta para usar todas aquellas que están a punto de pasarse, además resultan más apetitosas que la fruta entera.

Pan

  • El pan fresco congelado queda perfecto días después de unos minutos en el tostador.
  • Las sobras de pan secas pueden ser fantásticas fritas en forma de crutones para acompañar las saladas
  • Pan seco molido en la máquina del café sale muy bien para hacer apanados o para espesar las salsas.

Carnes

La carne cruda puede ser peligrosa al cabo de pocas horas, y cocida tampoco se puede guardar durante mucho tiempo.
  • Toda la carne que no se vaya a usar en el lapso de un día tiene que ser congelada. Separadas las diferentes piezas con plástico o bolsas para evitar que se solidifiquen juntas.
  • Huesos de pollo, cerdo o vaca hervidos hacen un excelente caldo que puede ser congelado.
  • Restos de pollo cocinado pueden usarse para ensaladas o sándwiches.
  • Los restos cocinados de carne le dan mucho sabor a la sopa del día siguiente.

 

 

Lácteos y huevos

  • Tipos diferentes de quesos pueden ser congelados y agregarlos más tardes para cremas o distintos platillos.
  • También el huevo se puede congelar, para esto hay que batirlo y guardarlo en un recipiente con tapa.

Especias frescas

Las especias se las venden en cantidad y normalmente se las termina botando después de un par de usos.
  • Se pueden colocar las especies cortadas dentro una cubitera, añadir un poco de agua y congelarlas. Cuando se las necesita en la cocina solo se añade un cubito a la preparación.
  • Se pueden secar las hierbas colgándolas en un lugar oscuro y seco.

Líquidos

  • Café y te que sobren pueden convertirse en cubitos de hielo para enfriar las bebidas sin diluirlas.
  • Los restos de vino pueden servir para hacer cocinar.
  • Restos de miel en el envase pueden limpiarse con un poco de limón y añadirse el resultado para el té.




Fuentes:




jueves, 2 de junio de 2011

EN RIESGO LA SUSTENTABILIDAD ALIMENTARIA


Una tercera parte de la comida producida en el mundo termina cada año en la basura
En América Latina y el Caribe 52.5  millones de personas pasan hambre y cerca de 9 millones de niños padecen desnutrición crónica, mientras que, de acuerdo a este estudio,  un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano, aproximadamente 1 300 millones de toneladas, se pierden o desperdician y no llegan a ser consumidos.

El informe “Global food losses and food  waste” fue presentado en el Congreso Internacional Save Food, celebrado en Alemania el pasado 16 y 17 de mayo. En este estudio se destaca que los países industrializados y las naciones en desarrollo dilapidan más o menos la misma cantidad de alimentos: 670 y 630 millones de toneladas respectivamente.

Ya que el 80 % de la población mundial vive en países en desarrollo, este y otros resultados que arroja el estudio nos permiten evidenciar las desigualdades  entre países que aún con significativas diferencias  en sus  patrones de producción y consumo  inciden de manera semejante en el impacto global.

Entre otras cosas, el informe revela que mientras la producción anual per  cápita de alimentos para el consumo humano en Europa y Norteamérica es de unos 900 Kg, en África Subsahariana, Asia meridional y Sudeste asiático, ésta solo alcanza los 460 kg  por año.

También se establece en el informe, la diferencia entre pérdida y desperdicio  de los alimentos. Las pérdidas suelen darse durante la producción, recolección, post-cosecha o procesado, así, mientras que en Europa y Norteamérica éstas van de 280 a 300 Kg/per cápita anuales, en África subsahariana, Asia Meridional y Sudeste asiático son del orden de 120-170 Kg al año, per cápita; proporcionalmente con su producción, las pérdidas son más elevadas en los países en desarrollo debido a la precariedad de la infraestructura, el bajo nivel tecnológico y la escasa inversión.

Es importante notar que las pérdidas de alimentos que se dan durante la recolección y el almacenaje significan también pérdida de ingresos para los campesinos o pequeños productores, y precios más elevados para los consumidores
pobres.
Por otro lado, el desperdicio de alimentos es un problema mayor en los países industrializados y está generalmente asociado al comportamiento de minoristas y   consumidores que descartan a la basura alimentos que son aún perfectamente comestibles. El desperdicio per cápita entre los consumidores de Europa y Norteamérica es de 95 a 115 kilogramos anuales, mientras que en África subsahariana,  Asia Meridional y el Sudeste asiático se tiran solamente entre 6 y 11 kilogramos por persona. Los contrastes son tan evidentes cuando  los consumidores en los países ricos desperdician casi la misma cantidad de alimentos (222 millones de toneladas) que la totalidad de la producción alimentaria neta de África subsahariana (que alcanza los 230 millones de toneladas).
Los resultados de este estudio podemos traducirlos también en un elevado impacto ecológico que contribuye al cambio climático dada la explotación de recursos naturales, emisiones contaminantes por el uso de combustibles, fertilizantes y
otros químicos, así como por los desechos generados en la industria agropecuaria y en los tiraderos de basura;  los costos implicados elevan los precios de los alimentos que  en medio de una crisis económica mundial donde hay disminución de los ingresos y aumento del desempleo, todo  se confabula en favor de un menor acceso a los alimentos para los más pobres.

En un mundo con recursos naturales limitados  y creciente población, es prioritario reducir las pérdidas de alimentos para proteger la seguridad alimentaria, sin olvidar que  la creciente producción de biocombustibles también contribuye a la escasez de alimentos, al consumir más de 100 millones de toneladas anuales de cereales, mientras  muere un niño por desnutrición cada cinco segundos. La FAO estima que el hambre alcanzará a más de 1.000 millones de personas
este año.

Una encuesta recientemente aplicada en Europa, revela que más del 20% del gasto alimentario está asociado a alimentos
que luego se tiran y, de esta proporción, más del 50% es evitable cada año. Aunque un 30% aproximado de la comida empaquetada se tira sin haber sido abierta, el mayor desperdicio se produce en frutas y verduras frescas (alrededor del 50% del total). Las causas más comunes del desperdicio de comida son, según los datos de la encuesta, la mala planificación y el almacenaje incorrecto.

La sustentabilidad alimentaria significa el acceso material y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para
todos los individuos, incluye la productividad como también actividades de acceso a los alimentos lo cual  involucra
factores tanto del orden social como de orden político y económico.

México, siendo la octava economía mundial es sin embargo, importador neto principalmente de granos. Según datos oficiales, en nuestro país no hay problema de seguridad alimentaria, sino un desequilibrio en el reparto de la riqueza ya que existen zonas donde el acceso a los alimentos está más restringido para los pobres. En este contexto, es alta nuestra expectativa, ahora que el pasado mes de abril la Cámara de Diputados elevó a rango constitucional el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, para toda persona  así como la obligación del Estado para garantizarlo, de acuerdo a la modificación realizada a los artículos 4 y 27 de la Constitución.



 Fuente: M. Magdalena Sánchez Glez.

"Programa Desarrollo Integral Sustentable"




sábado, 6 de noviembre de 2010

Ser nutriólogo no quiere decir que porque tienes conocimientos sobre cómo alimentarte sea fácil aplicarlos, más difícil se hace cuando luchas con el sobrepeso y el comer compulsivamente desde la niñez; yo recuerdo que mi familia me premiaba con chocolates, papitas, soda, pizza o una simple visita al famoso McDonalds, sin pensar que estaban creando en mi un trastorno alimenticio. Recuerdo un día, en primero de primaria, en una celebración de cumpleaños que yo me rehusé a comer papitas porque, a mis 6 años, ya sabía qué era estar  bajo un régimen de alimentación; ya conocía de pastillas y chochitos para quitar el hambre, la ansiedad y hasta quemadores de grasa, sin pensar que tan sólo era una niña con sobrepeso que necesitaba ayuda, más que alimenticia, psicológica, para así conocer de dónde venía esta ansiedad, o necesidad de comer.
     Puedo entender la ansiedad que se siente cuando quieres comer algo que no debes cuando estás a dieta, el sentimiento que viene después de comértelo, el no saber si quiera el cómo fue que empezaste a pensar en desear comerte ese antojito que está en tu alacena o en las esquinas de las calles.  Es una lucha eterna por la que uno debe pasar en alguna etapa: niñez, adolescencia, adultez, vejez, o bien en todas ellas.
     Uno como paciente tiende a criticar al doctor, nutriólogo, dentista y/o psicólogo cuando nos resaltan los errores que hemos cometido con nuestra salud; empezamos a ofender mentalmente o, haciendo gestos, nos molestamos con sus comentarios, que no son para ofendernos sino para hacernos ver que eso está mal pero que tiene solución, aunque no sea inmediata , y aun mejor, que no estamos solos en nuestros problemas, y es que, como “gorditos”, siempre queremos bajar lo más rápido posible, y no vemos que hemos estado tanto tiempo con este estilo de vida, que es difícil cambiar de la noche a la mañana; es un aprendizaje diario que llevarás por el resto de tu vida. Cabe mencionar que no sólo existe el bajar de peso, que no necesitas tener sobrepeso para padecer colesterol, problemas cardiacos, renales, diabetes y muchos otros padecimientos que si están relacionados con el exceso de peso, pero no son exclusivos de éste.
     Yo, como nutrióloga, te puedo ofrecer tips, apoyo y conocimientos sobre lo que estoy pasando pero, sobre todo, comprensión, ya que no eres el único que se enfrenta a esta lucha diaria con el refrigerador.